Hoy conversamos
con el capitán de la Guardia Nacional en condición de retiro Leonardo Enrique Carrero Araujo. Ante
todo, muchas gracias Leo por la oportunidad de esta pequeña entrevista. Si bien
conversamos a menudo, son muchos años sin vernos debido al régimen que nos
gobierna y por el cual estas pagando un exilio forzado. Agradezco tu tiempo y disposición.
- Por el 2002 tú eras Capitán
activo de la Guardia Nacional. Coincidimos en plaza Altamira. En ese momento la
oficialidad decente se pronunció frente a la traición a la patria por parte de
Hugo Chávez. Tú fuiste uno de esos oficiales. Cuéntanos un poco de ese momento.
Hola Nacho, ante todo, es un gran
honor que me concedas un espacio en tu Blog, honor que acepto con muchísimo
placer.
Recordar aquel 22 de octubre de 2.002
es algo un poco difícil, no por la intención, sino porque esos fueron momentos
muy intensos emocionalmente. Quiero dejar claro, que pese al desenlace de
nuestra protesta, lo volvería a hacer una y mil veces, pues los hombres de
uniforme que ahí coincidimos, conocíamos
perfectamente los riesgos.
Digo que esos son recuerdos un poco
borrosos, porque para ser sincero, ni siquiera recuerdo lo que dije, estaba muy
asustado, recuerdo haber estacionado mi carro muy cerca de la Plaza Altamira,
donde un Policía Municipal se disponía decirme que no estaba permitido
estacionar en esa zona, pero al verme uniformado y al decirle que me iba a
pronunciar, me permitió dejar el carro ahí. Pasados uno minutos, y luego de
encontrarme con mi hermano mayor, José Antonio, y al darme cuenta que los otros
Oficiales que debían estar ahí para pararse esa noche en la tarima conmigo no
aparecían, simplemente decidí hacerlo solo. Al entrar en la Plaza, el ruido era
ensordecedor, la gente aplaudía y gritaba consignas. Recuerdo puntualmente a un
par de compañeros míos del colegio ya en la fuente. Al subir a la tarima, un
poco bloqueado, simplemente seguí el protocolo militar y saludé a los Generales
uno por uno y me paré a un lado, mientras algunos de ellos dirigían discursos a los ciudadanos presentes (que
eran bastantes), hasta el momento en que uno de los Generales de la Guardia ahí
presentes, el General Edgar Bolívar Ramírez, me preguntó si tenía algunas
palabras preparadas, a lo que por supuesto contesté que no, pero él hizo caso
omiso a mis nervios, me dijo que tenía que decir algo y poniendo su mano en mi
espalda con firmeza me empujó al frente de la tarima hacia el micrófono, y
desde ese instante hasta que pasé nuevamente al lado de ellos no recuerdo nada
salvo que mis rodillas chocaban entre sí más desesperadas que unos dientes en
el Páramo de la Culata en una noche húmeda y mal abrigado.
Tengo que decir que luego, pasadas un
par de horas y una vez que tuve contacto con mi esposa (embarazada de mi hijo
mayor), con mi madre (que Dios la tenga en su Santa Gloria) y con mi padre (que
hasta hoy sigue la lucha en la medida que puede), ya estuve más tranquilo y nos
dispusimos esperar una avalancha de militares que nunca llegó.
- Los COMACATES en realidad
eran tantos como se decía en ese momento?
Bueno, en principio te puedo decir
que nada más de la Guardia Nacional, debimos habernos parado en la tarima unos
12 Oficiales subalternos (Sub Tenientes, Tenientes y Capitanes), y días antes y
en varias reuniones clandestinas, nos habíamos puesto de acuerdo oficiales de
varias fuerzas y en teoría esa misma noche deberíamos haber sobrepasado la
centena, y eso solo hablando de esos grados, si se sumaban los oficiales
superiores que formaban parte de ese llamado COMACATE (Comandantes –que es lo
mismo que Tenientes Coroneles- y Mayores), hubiésemos podido ser bastante más.
Asistí a muchísimas reuniones previas
a ese día, y te cuento un poco como llegué a formar parte de ese grupo de
presión: luego de los sucesos de 11, 12 y 13 de abril de ese mismo año, hechos
en los que no participé sino como mero espectador, el día 17 de abril, recibí
una llamada de un Oficial, pidiéndome reunirse conmigo para plantearme algo de
extrema gravedad, a lo que contesté que sí, y ese mismo día tres oficiales se
apersonaron en mi casa, de los cuales hay un exiliado y dos activos y prefiero
omitir nombres por aquello del beneficio de la duda. Me hicieron el
planteamiento de la deriva autoritaria y anticonstitucional que estaba tomando
el ejecutivo liderado por el difunto Hugo Chávez, y que si estaba dispuesto a
tomar las acciones que fueran necesarias con la finalidad de lograr que
Venezuela volviera a la senda de la legalidad, a lo que contesté con un rotundo
SI. Desde ese día esperé el momento indicado para hacer pública mi posición, y
luego de muchas reuniones y discusiones clandestinas, llegó ese día, el 22 de
octubre de 2.002.
Es importante y voy a explicar que es
el COMACATE: se denomina así a ese universo de Oficiales Superiores y
Subalternos en los grados de Tenientes Coroneles (llamados en Venezuela Comandantes,
de ahí la primera sílaba), Mayores, Capitanes y Tenientes (que engloba a los
Tenientes y Sub Tenientes), en fin, los mandos medios y bajos de la
oficialidad.
- Te arrepientes de la
decisión que tomaste ese día? Te recordamos en CNN encarando a quien era en ese
momento el presidente, por ende, el comandante en jefe de las FFAA.
NUNCA, jamás me ha arrepentido,
lamento que nuestra protesta no hubiese tenido éxito, solo eso, y aprovecho
este espacio para pedirte el favor de si consigues ese video, me lo hagas
llegar, para ver que dije, porque la verdad de los nervios nunca he podido
recordar nada de ese instante.
Es importante destacar que fui el
primer Oficial que no había participado en los sucesos del 11, 12 y 13 de abril
en pararse en Altamira, además de haber sido escolta de Hugo Chávez, te adjunto
unas fotos de mis paso por el Regimiento de la Guardia de Honor, entre ellas,
dos de un acto en el que mismo Chávez me impuso una condecoración
- Como lograste salir del
país?
Quiero dejar claro que mi intención
siempre fue quedarme pasara lo pasara, pero como recordarás ocurrió una
tragedia en mi familia, razón por la cual decidí no ponerme más en riesgo, para
así no ocasionar más estrés ni dolor en mi círculo familiar.
Salir del país lo logré gracias a mi
padre, que gracias a unos contactos suyos en el Aeropuerto de Maiquetía, y
previa una muy precisa coordinación, pude pasar los controles migratorios y
luego pasar tres horas casi escondido en un solo sitio del aeropuerto, solo me
levanté una vez para ir al baño (cosa que fue un gran problema), embarqué con
destino a Miami, un día miércoles 20 de febrero de 2.004, lo recuerdo como una
de las fechas más dolorosas de mi vida. Toda una pequeña historia.
-
Han pasado muchos años.
La politización de las FFAA es muy grande. ¿Crees que todavía queden oficiales
apegados a la constitución?
Quiero creer que si, y la poca
información que me llega es que existe un gran descontento en esos mismos
grados en los que antes existía, pero el miedo es muy grande, de hecho para que
ese grupo llamado COMACATE, pueda convertirse nuevamente en un factor de
presión sobre los altos mandos con el objeto de que Venezuela tenga una
institución armada respetuosa de la legalidad, deben armarse de valor y superar
esos miedos, enfrentarse cara a cara con sus jefes, incumplir las órdenes
ilegales, etc.
Es importante resaltar algo que acabo
de escribir, y es que ese grupo de oficiales debe ejercer presión solo dentro
de la institución y hacia el alto mando militar (minúsculas intencionadas),
NUNCA debe pensarse en que militarmente se intente ejercer presión hacia los
mandos civiles, a los que en teoría, los militares están subordinados, porque
se estaría pensando en un golpe de estado militar, con lo que no estoy de
acuerdo, y menos después de esta nefasta experiencia en la que han dejado en
manos de militares mediocres, sin preparación y como medio corruptor, la
dirección de ministerios y empresas básicas del estados, así como la
operatividad del aparato productivo, con el consabido y desastroso resultado de
una economía casi de subsistencia de postguerra.
- Que mensaje le envías a
los oficiales activos?
Ojalá estas líneas hagan mella en el
ánimo de esa juventud militar, y el mensaje es simple, sin complicaciones y apegado
a la Constitución y las leyes, y es simplemente que sean valientes, que
defiendan sus principios, esos principios establecidos en la Constitución y la
leyes, no en los intereses de una tendencia política, que lean y apliquen el
artículo 328 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que
textualmente dice:
Artículo 328: “La
Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, SIN
MILITANCIA POLÍTICA, organizada por el Estado para garantizar la
independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio
geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del
orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo
con esta Constitución y con la ley. En el cumplimiento de sus funciones, está
al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad
política alguna. Sus pilares fundamentales son la disciplina, la obediencia y
la subordinación. La Fuerza Armada Nacional está integrada por el Ejército, la
Armada, la Aviación y la Guardia Nacional, que funcionan de manera integral
dentro del marco de su competencia para el cumplimiento de su misión, con un
régimen de seguridad social integral propio, según lo establezca su respectiva ley
orgánica.”
Que recuerden que una vez ocurra el
cambio, no podrán argüir en su defensa el cumplimiento de órdenes, que cada vez
que con miedo obedecen órdenes que los hacen revestirse de un fuero dentro del
partido de gobierno están violando esa Constitución que han jurado defender.
Que recuerden que las fuerzas de
seguridad del estado están para protegernos de una amenaza externa, y que una
sociedad en la que las fuerzas de seguridad se usan para atacar a sus propios
ciudadanos como si estos fueran el enemigo es una DICTADURA.
- ¿Por último, que extrañas
de Venezuela?
Mi familia, mis amigos, las fiestas
familiares y las fiestas con los amigos (ya al final eran las mismas), un buen
juego de pelota (soy Caraquista hasta la muerte), Cata, Mérida, una arepa de
pernil, la Gran Sabana, el Ávila, San Cristóbal, Puerto Ordaz, un cafecito y un
cachito de jamón, Cata, Ocumare, La Trilla, El Castrero, San Juan de Los
Morros, Margarita, las hamburguesas y los perritos en cualquiera de las calles
del hambre a las 3 a.m. luego de una buen rumba, muchas comidas, en fin, esa
Venezuela en la que crecí y la que todo el mundo me dice que ya no existe y que
quiero creer que sigue ahí pero que está esperando liberarse de las cadenas que
la oprimen para poder volver a ser como era, “Burda de Pana”.
Nacho,
gracias nuevamente por permitirme este espacio.
Siempre
a la orden.
CAP.
(GN) (R) LEONARDO ENRIQUE CARRERO ARAUJO
C.I.
Nº V-9.965.570
Refugiado
político en España.
@cajamusical_
@elkpi1
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